VARIAS CARAS DE CARLOS

En nuestra celebración a Carlos Francisco, varias líneas son posibles. Su presencia surgió naturalmente en títulos seleccionados por la curaduría para estar en la programación de largometrajes brasileños, como O Agente Secreto (Kleber Mendonça Filho, 2025), atracción de apertura; uno en la Muestra Vertentes, Enterre seus Mortos (Marco Dutra, 2024); y otro en la Muestra CineMundi, Suçuarana (Clarissa Campolina y Sérgio Borges, 2024), este último que incluso le valió el Trofeo Candango de mejor actor de reparto en el Festival de Brasília.

Corresponde entonces a esta Muestra Homenaje ampliar con otros ejemplos de Carlos Francisco en las pantallas. En una amplia selección de obras, definimos algunas representaciones de su potencia interpretativa y de la amplitud de la gran persona en escena. Entre largometrajes y cortometrajes, el recorte destaca personajes que, en diferentes registros, revelan la capacidad del actor de conjugar fuerza dramática, delicadeza y densidad expresiva y corporal. Su actuación, siempre marcada por una relación íntima entre cuerpo, voz, gestos y miradas, se apropia de las narrativas y las amplifica a partir de entonces.

En Marte Um (Gabriel Martins, 2022), Carlos interpreta a Wellington, un padre que sueña junto a su hijo, a pesar de las dificultades materiales. La simplicidad del gesto cotidiano se transforma en un lazo afectivo que impulsa las desventuras de una familia humilde de Contagem. En Estranho Caminho (Guto Parente, 2023), interpreta a otro padre, ahora un hombre distante, enigmático, casi frío, cuyos silencios gritan a los oídos y a la sensibilidad del joven Davi (Lucas Limeira). La contención de la mirada y los desvíos de afecto marcan el contraste con papeles anteriores y revelan una faceta más árida de su actuación. El personaje, insistente en negar cariño, encuentra en el actor una espesura humana que amplía los sentidos de la película.

En los cortometrajes, la variedad de registros expande los retratos posibles del actor. En Nada (Gabriel Martins, 2014), interpreta a un padre bastante cercano al de Marte Um, aunque más duro y riguroso. Um Homem que Voa: Nelson Prudêncio (Maurílio Martins y Adirley Queirós, 2015) lo muestra como locutor y entrevistador, modulando la voz, interactuando como periodista y rindiendo homenaje a un atleta olímpico histórico, en un gesto de reconexión del arte como deporte y del deporte como arte. Por último, A Máquina Infernal (Francis Vogner dos Reis, 2017) lo muestra como un trabajador fabril en el ABC paulista que se articula contra los abusos de los empleadores, en una faceta de resistencia combativa que también se encuentra entre los tipos que ya ha asumido en escena.

En un carrusel de tipos, lenguajes y formas, el espectador tendrá alguna noción, limitada pero bastante expresiva, de cómo Carlos Francisco puede ser muchos otros.

Marcelo Miranda
Curador